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23.12.19

Programación II - (2007 - 2008) - Lo dejo

Es el primer año de "re-enganche" en la UNED después de un par de experiencias no muy buenas.

Este año no va a ser el año de los listos, el año de los "sobraos". No. Este año va a ser el "año del conservador". Esto es como cuando las compañías elaboran un presupuesto para el año que viene, y dicen, "hemos elaborado un presupuesto conservador, sin grandes pretensiones". Bueno, pues de la misma manera yo quería que mi primer año no fuera uno de grandes pretensiones, y por tanto al Algebra le sumé únicamente  Programación II.

Programación II. La misma definición lo explicita. Temas de programación. Programar. Pues ya está. Tengo aprobada Programación I. Llevo años programando en el ámbito profesional. Pues, esto será un poquito mas. Voy a cogérmela que seguro que me la saco con la gorra.

Quién me iba a decir que esta asignatura iba a tirar por tierra todas mis ilusiones, todos mis anhelos, todas mis ganas de comerme el mundo. Quien me iba a decir que iba a acabar odiando a muerte esta materia, que se iba a convertir en una pesadilla, que me iba a poner en la puerta de salida de la UNED, pero a la que finalmente domaría, y disfrutaría de una forma tan fantástica.

- ¿De qué iba la asignatura? ¿qué objetivos perseguía?

La asignatura formaba parte del "stack" de conocimientos básicos de programación. Y digo formaba pues  en estos momentos no se si está incluido en el actual plan de estudios de ingeniería informática. Imagino que los conocimientos base se seguirán impartiendo, es posible que con una denominación de asignatura diferente.

Como ya comentaba anteriormente, me tiré de cabeza a esta asignatura pensando que iba a estar todo el día programando en el ordenador. Nada mas lejos de la realidad. "craso error", pues el uso de herramientas de programación en la asignatura es nula, casi cero. Fue una asignatura 100 % teórica. Existía una parte de codificación en Modula 2, pero lo que se evaluaba era la capacidad analítica, y aunque tuvieses bien la codificación, si la parte analítica no había sido resuelta conforme a las normas, no te valía para nada.

- ¿Qué tal los materiales, la bibliografía básica, las prácticas?

El libro oficial era el de "diseño de programas - formalismo y abstracción" de Ricardo Peña. Hablamos de una época en la cual la UNED editaba sus propios libros, y dichos libros representaban los textos básicos de la asignatura. A priori podría parecer que todo esto era un "yo me lo guiso yo me lo como", donde los responsables de las asignaturas elaboraban sus propios textos que posteriormente ponían a la venta a los alumnos de dichas asignaturas. Pues sí. Bajo mi punto de vista era un "yo me lo guiso, yo me lo como" como una casa. Afortunadamente todo esto ha cambiado a día de hoy, y se trabaja con los mejores textos que existan al respecto, de los autores y editoriales que sean. No existe la obligatoriedad de que sean textos de la UNED.

Respecto al libro de Ricardo Peña, y sin entrar a realizar una crítica "sesuda" de todo el contenido, considero que le falta didáctica. Trabaja los conceptos, los expone, los enumera, los describe, pero de una forma excesivamente académica que echa para atrás desde la página uno, que infunde temor y rechazo. Si hubiera dependido únicamente del estudio del texto base no habría aprobado la asignatura. Gracias al trabajo en equipo con el resto de compañeros pude sacarla adelante. El trabajo con los compañeros es muy importante.

Para poder aprobar la asignatura era condición indispensable el elaborar y aprobar una práctica obligatoria. Era condición indispensable para presentarte al examen. Pues bien, mi relación con ella fue de amor y odio. El aprobar la práctica era muy difícil, el nivel de exigencia altísimo, las horas a dedicar interminables. Estos aspectos representan la parte de odio a la práctica. Pero por otro lado, aprendí a moverme por el mundo de los formalismos y las abstracciones de una forma como nunca hubiera imaginado. Aprendí a especificar problemas, a analizar su eficiencia, a realizar diseños recursivos , diseños iterativos, técnicas de plegado y desplegado. Sufrí mucho pero acabe disfrutando de los conceptos tratados, acabé enamorándome del ámbito teórico, y es algo que sigo disfrutando a día de hoy.

Como detalle "exótico" y de "abuelo cebolleta" en ese año no se enviaban todavía los trabajos por internet (¿…?). Si… así es… Usábamos el formato DVD. Es decir, realizabas la práctica y una vez finalizada, perdías tiempo y la pasta en "quemar" un dvd con el contenido de la misma, que debían de ser dos o tres megas, no mas, lo que ocupaba el pdf de la memoria y el código fuente de modula 2.

- ¿Qué tal el profesorado?

Mis contactos se limitaron al tutor de la asignatura en aquel momento. No recuerdo su nombre, y aunque lo recordase tampoco lo publicaría. El motivo de mi gran epopeya no es hablar de personas concretas. Es hablar de experiencias, gratas en muchas circunstancias, desastrosas y desmotivadoras en otras como es el caso. Mi experiencia resultó ser fatal desde el principio, un desastre.

Para poder presentarte al examen era requisito desarrollar una práctica. Para ello debíamos mantener una tutoría (no recuerdo si fueron una o dos) con el tutor asociado a la asignatura. En esas tutorías se describía en qué consistía la práctica y los trabajos a desarrollar.

Por aquel entonces los alumnos de la zona sur de Madrid no disponíamos del centro asociado actual. Todo estaba mas centralizado, y debíamos de acudir a la central de informática de la UNED que en aquellos tiempos se situaba en las rozas. Se publicaban las fechas de las tutorías obligatorias y allí ibas a mantener dicha sesión.

Recuerdo las tutorías como algo lúgubre. Por un lado las horas, se desarrollaban a las siete u ocho de la tarde, lógicamente por que la mayoría de nosotros trabajábamos. Por otro, el palizón que supone irte hasta "Las Rozas". Quiero decir que la ubicación no era cómoda para casi nadie de nosotros. Teníamos que desplazarnos en coche, los que disponíamos de ello, y aquellas personas que no tenían se organizaban en grupos y algún compañero con coche se encargaba de llevarlos.

Pues bien… te plantas allí y delante tuya está tu tutor, tu profesor, esa persona que debe guiar tus pasos en esta aventura. Pero lo que te encuentras es una persona prepotente, sin el mas mínimo conocimiento docente, sin mostrar ningún respeto por las personas que nos hemos desplazado hasta allí, sin ánimo de ayudar, sin ánimo de enseñar. Nos suelta una chapa infumable, de mala gana, hasta diría que con desprecio hacia nosotros.

Me dio la sensación de ser esa persona que no ha conseguido sus sueños, que lo mismo era tener un puesto interesante en la universidad, como investigador, con renombre, pero que no ha sido capaz de ello, y a lo máxio que ha llegado es a dirigir tutorías a alumnos de primero de la UNED. Toda su amargura la soltó sobre nosotros. Esta claro que él allí no pintaba nada, no tenía la mas mínima intención de hacer de nosotros mejores ingenieros. Estaba pasando algún tipo de trámite que no iba con nosotros.

Lo verdaderamente asqueroso y triste de todo este asunto es que posiblemente algunas de las personas que acudimos a aquella fatídica sesión saliesen de allí diciendo ¡vaya mierda de práctica, vaya mierda de asignatura y vaya mierda de universidad! ¡aquí os quedais todos que yo me voy! ¡no me vais a ver el pelo en la uned ni en pintura!. Porque al final los actos tienen consecuencias, y no hay cosa mas triste que perder la ilusión, y no hay cosa mas asquerosa que un profesor que les quita la ilusión a sus alumnos.

Y esta fue mi experiencia, ¡mi asquerosa y nauseabunda experiencia!.

- ¿Cómo te fue?

Mal. Muy mal. En parte por la dificultad de la asignatura, una de las mas difíciles de la carrera, y no lo digo yo. Lo dicen las estadísticas.  No fui capaz de aprobar la práctica, y ello significó que no pude presentarme al examen. Sin exagerar le dediqué del orden de 50-60 horas a la elaboración de la práctica. Y no fui capaz. Suspendí y acudí a la sesión de revisión que ofrecía el profesor de marras. De nuevo desprecio, desinterés, desidia, y distancia… mucha distancia entre él y yo, entre él y nosotros.

Dado que no pude aprobar la práctica, no tuve derecho a examinarme. Así me fue. Suspendí en la fase de práctica. Hablé con el profesor una vez me indicó qué tenía mal. Modifiqué la práctica, el código, la memoria. Generé un nuevo dvd, nuevo envío y nada. Nada de nada.

A consecuencia de tu desastrosa experiencia estuviste a punto de irte de la UNED. ¿Tanteaste la posibilidad de irte a una privada?

Como consecuencia del suspenso en la práctica, y al no estar de acuerdo con dicha decisión estuve barajando poner una queja formal. Hablé con el responsable de la asignatura (el catedrático o algo así) que con muy buenas palabras me dijo que estaba en todo mi derecho, pero que me aconsejaba no ponerla pues bajo su opinión no iba a conseguir nada. Finalmente desistí y pasé de poner ninguna queja.

Dada mi desesperación y el odio que me produjo toda esta situación cogí el teléfono y llamé a la UOC, la Universidad Oberta de Cataluña. Su plan me engatusó desde el principio, me pareció un rollo muy interesante, pero los precios eran desorbitados, un crédito de UOC costaba como una asignatura entera en UNED, y por aquel entonces era una universidad que estaba subvencionada para alumnos de habla catalana, y funcionaba como privada para el resto. Este último punto no me parecía razonable y pasé. Pero sí, estuve a puntito de mandarlo todo a la mierda.

- ¿Alguna conclusión?

Sin lugar a dudas,  de toda mi experiencia en la UNED, este es el recuerdo mas desagradable que tengo.

En uno de los muchos exámenes a los que me he tenido que presentar en todos estos años conocí a un chico, el cual se había sacado ya mas o menos la mitad de la carrera, y me hizo una descripción sobre cómo enfocaba él su gran epopeya. Para él, esto era un maratón, una carrera de fondo. Lo importante no era correr como loco, esprintar, sacarte tropecientas asignaturas cada año, estar pensando en las asignaturas que te quedan. No… Lo importante era sumar un poquito todos los años. Habría algún año que sumarías cuatro asignaturas, otro año dos, y es posible que otro solo una. Pero todos los años algo. Como afrontar un maratón, donde en vez de pensar en cuantos kilómetros te quedan, piensas en los que llevas hechos. Y lo importante es ir sumando kilómetros, aunque vayas despacito, y no pararte, sobre todo, no pararte, porque lo mismo si te paras, ya no eres capaz de retomar la carrera.

Este consejo lo he puesto en práctica desde el primer día, y así ha sido. Todos los años he sumado algo. Algunos años han sido tres, otros dos, y algunos solamente una. Pero he continuado. He perseverado. Y aquí estoy. Y en el camino te encontrarás con tempestades como la que yo acabo de relatar, situaciones que te harán pensar ¡lo dejo!, ¿para qué tanto esfuerzo? ¿qué necesidad tengo yo?. Y ahí es donde debemos tener sangre fría y pensar únicamente en sumar un poquito, solo un poquito, pero sumar, y no pararse nunca.

Y algo muy, muy importante. Que nunca ningún soplagaitas nos quite la ilusión. Somos únicos y somos capaces de cualquier cosa que se nos ponga por delante. Esto nunca debemos olvidarlo.

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