Enlaces

8.2.20

Epopeyas de adolescente (II) - Hay que dar la cara

    - Me dirigí a mi casa, y entregué las notas a mis padres. Si mi decepción era inmensa, la de mis padres fue desgarradora. No hablábamos de dificultades para afrontar esta u otra materia. Hablamos de un total pasotismo, de no haber hecho nada, nada, nada.

    - Mi padre se refirió a mí realmente entristecido, avergonzado, asumiendo que todos los sueños que pudieran haber puesto en mí, de convertirme en una persona de provecho, de llegar a algo mas que ellos, de conseguir aquello que ellos no pudieron, todo esto se desvaneció de golpe. A día de hoy, recuerdo perfectamente la cara de mi padre y su voz diciéndome "hijo mío, me has decepcionado. No llegarás a nada en la vida", marcharse, y dejarme solo, totalmente destrozado.

    - Mi madre, por supuesto, se quedó exactamente igual de echa polvo, pero mi madre es una persona práctica, operativa. Mis padres habían pasado dificultades, y debido al trabajo de mi padre, que le hacía pasar meses fuera de casa, mi madre estaba acostumbrada a tomar sola muchas decisiones. De manera que, ocurrido el problema, lo siguiente era interiorizarlo y ver cual era el siguiente paso a dar, y no dedicar mucho tiempo a las lagrimas o a compadecerse.

    - Por un lado, ella me hacía un seguimiento diario mas a corto que mi padre, y por tanto sabía que el resultado del curso no iba a ir por buen camino. Vistos los resultados, y puestos encima de la mesa mi madre me plantea:

        - Bueno… ¿Y que vas a hacer?. Visto lo visto no vales para estudiar, así que, tienes todo el verano para buscar trabajo. Ahora mismo te bajas al puesto de periódicos, te compras el segunda mano, y comenzamos a buscar algo en lo que puedas trabajar. En casa no te vas a quedar.
        - A ver, mamá, que yo quiero seguir estudiando. - le dije bubuceando.

        - ¿Te estás riendo de mí? ¿qué quieres seguir estudiando? ¡Pero si te han quedado seis asignaturas! ¡Si lo único que has aprobado es gimnasia, ética y otra mas! ¡Vete a reírte de nosotros a otra parte!.

    - Así se lo tomaron mis padres. Ni mas ni menos como era de esperar. No les reprocho ni las palabras ni sus reacciones, ante una persona que se ha reído de ellos durante todo el año.

    - ¿Y entonces qué?¿que pensaste? ¿qué hiciste? ¿había algún plan? - Le contesté a mi yo de diez y seis años.

    - Ese mazazo de realidad me hizo reflexionar, mucho. Yo no quería dejar los estudios. ¡joder!, me consideraba un tío culto. Oía buena música, leía a Hermann Hesse, me interesaba el buen cine… La cultura en general me interesaba. No quería dejar los estudios.

    - Algo inexplicable pasó, como las grandes cosas que le pasan a uno en la vida. Dentro de mí se fue generando una especie de fuerza, en muy poquito tiempo, quizás en el mismo día en el que recibí el mazazo.  Una fuerza movida por la desilusión tan grande, por la vergüenza que me producía mi situación actual, una fuerza y una seguridad en mi mismo que me hizo plantarme ante mi madre (mi padre había dado el asunto por perdido y no quería saber nada del asunto):

        - ¡Mamá, voy a intentarlo, voy a intentar sacar como mínimo cuatro asignaturas. Quiero pasar de curso, no quiero ponerme a trabajar, quiero estudiar, creo que valgo para ello. Perdóname mamá, perdóname. ¡Perdonadme todos- Mientras hablaba con mi madre se me saltaban las lágrimas de rabia y tristeza. Balbuceaba.

        - ¡Pero tu estas tonto!, pero ¿no te das cuenta que te han quedado SEIS ASIGNATURAS? Si has sido incapaz de aprobarlas a lo largo de un año, ahora me dices que en tres meses vas a conseguir aprobar alguna. Déjame por favor, déjame en paz. - Mi madre seguía totalmente desolada. Todavía no lo había digerido y encime le venía yo con un cuento imposible de creer.

        - ¡Mamá, por favor, confiad en mí! Me voy a esforzar, voy a estudiar todo lo que sea necesario, os lo prometo, pero, por favor, no me saquéis de estudiar. - A todo esto uno tiene que imaginarse como padre, pensando en qué narices ha hecho mi hijo todo el año, donde ha estado yendo en vez de ir a clase, con qué gentuza se ha juntado, pensamientos negativos y preocupaciones adicionales que en estos momentos tenían los míos.

    - Tras varias conversaciones con mi madre y mi padre les convencí de que lo iba a intentar. A ver, cuando digo que les convencí, esto no es cierto. Creo que nunca me creyeron, pero debieron de pensar que el verano no es una época muy propicia para comenzar un trabajo, y que si quería pasarlo estudiando, pues adelante. Lógicamente no iba a disfrutar de vacaciones, iba a tener limitadas al mínimo las salidas y, bueno, la situación normal de castigo a la que debemos de enfrentarnos cuando tenemos una edad, y no hemos hecho lo que se nos supone son nuestras obligaciones. Insisto en ello, no aprobé porque no me dio la gana, porque no hice ni el huevo, no porque no tuviese la capacidad para ello. Es por esto que creo aún existía alguna posibilidad.

    - De acuerdo, así que el plan era intentarlo ¿No?. 

    - Si. Así es. Me encontraba mas o menos a mediados de Junio. En aquella época los estudiantes disponíamos de dos convocatorias para poder aprobar una asignatura suspendida. La convocatoria de Junio y la de Septiembre. En ambas te examinabas de todo el temario. En Junio normalmente no aprobaba nadie, o muy poca gente,  dado el poco tiempo que tenías desde que te daban las notas hasta que tenías el examen de Junio.


Anteriormente

En el próximo capítulo



1 comentario:

Anónimo dijo...

As such, they wasted no time in legalizing sports playing after the 코인카지노 choice, opening the state's first sportsbooks on June 14, 2018. Atlantic City and the MetLife Stadium, amongst different places, now supply legalized sports wagering. New Hampshire joined the listing of states with legalized sports betting on the second day of 2020. The state agreed to a six-year contract with DraftKings, so mobile sportsbooks could be utilized throughout the state. That means there probably be} a potential choice of totally different online sportsbooks for FL bettors. Ideally, mobile sportsbook apps give customers the full vary of options they'd usually have if accessing the sportsbook’s desktop client.